lunes, 20 de octubre de 2014

Préstamos de estudios: así pagan los estudios en otros países

Existen varios modos de financiar la educación superior, básicamente consisten en ahorro o dinero de familiares, becas (que suplen el no tener dinero propio o de familiares), trabajar y préstamos de estudios. Aunque en nuestro país son muy desconocidos, los préstamos de estudios son muy habituales en otros países occidentales para financiar la educación superior.
En la práctica, no podemos hablar de préstamos de estudios, sino de modelos de préstamos de estudios. Esto se debe a que cada país tiene el suyo, en algunos casos, incluso conviven varios modelos de préstamos de estudios dentro de cada país, por no hablar del modelo de Estados Unidos donde la convivencia de programas a nivel federal, estatal y de universidad o sistema universitario lo convierten en algo inclasificable.
En general dentro de los préstamos de estudio podemos hablar de dos tipos, los públicos y los privados. Los privados no dejan de ser préstamos tradicionales emitidos por entidades financieras, muchas veces con un tiempo de carencia para compensar el tiempo de estudio y de búsqueda de empleo. Los públicos, o colaboraciones público-privadas suelen estar incluidos dentro de un sistema.
Mientras que en un préstamo privado se suele examinar cada caso individualmente y muchas veces se busca la aportación de garantías, los públicos se suelen otorgar a todos los estudiantes que cumplen ciertos requisitos (por ejemplo estar matriculado a tiempo completo en una universidad, estudiando unos estudios oficiales y no haber recibido un préstamo de estudios anteriormente).

El modelo británico

En Reino Unido se opta por un modelo público con el objetivo de financiar la subida de tasas universitarias que se hizo en 2012 de 3.000 libras a un rango entre 6.000 y 9.000 libras (aunque la mayor parte de las universidades piden 9.000 libras). No obstante, los préstamos de estudios existían antes de 2012 cuando las tasas eran de 3.000 libras, lo que cambió fue el modelo de préstamos que reformó el gobierno conservador de David Cameron.
El nuevo modelo pretende que sólo lo devuelvan aquellos estudiantes con mayores sueldos, poniéndose el límite en los 21.000 libras anuales. Cuándo un graduado gana más de 21.000 libras anuales, de lo que gane por encima de 21.000 libras se le hace un descuento del 9%, adicional a sus impuestos y descontado de la nómina.
Por ejemplo si nuestro recién graduado en su primer año gana 19.000 libras, no devolverá nada, pero si en su segundo año mejora su situación y pasa a ganar 23.000, devolverá 180 al año, es decir, 15 libras al mes descontadas de su nómina. Si en su tercer año cambia a otro trabajo peor remunerado que le guste más (o pierde el bien remunerado y encuentra otro peor) de 2.000 libras, deja de devolver hasta que vuelva a subir su sueldo.
El préstamo de estudios genera intereses, pero a los 30 años de graduación se condona. Es decir si se ha tomado un “gap year” y estudia un título de tres años (habituales en el Reino Unido) y se gradúa a los 23, seguirá pagando su préstamo de estudios hasta cumplir los 53. En principio se entiende que no debería de influir para que el graduado tomará otro tipo de préstamos en el futuro (para un coche, una hipoteca…). El modelo británico fue acogido con fuertes protestas en su año de introducción.

El modelo español

En españa se puso en marcha un modelo de préstamos de estudios entre 2007 y tuvo tres convocatorias más (2008, 2009 y 2010), aunque sólo para estudios de postgrado. (master o doctorado). El funcionamiento de los préstamos renta ha sido distinto dependiendo de cada convocatoria, pero ha seguido el siguiente patrón:
  • El estudiante obtenía admisión en un programa de postgrado. Dependiendo de la convocatoria puede ser un master del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) o incluso en Estados Unidos.

  • El estudiante solicitaba un préstamo a una de las entidades financieras colaboradoras con financiación del ICO. El avalista del préstamo es el estado.


  • El estudiante recibía una cantidad para pagar la matrícula, dependiendo de criterios como años, número de créditos matriculados EEEs y que fuera en España o el extranjero. También recibía una cantidad todos los meses para pagar su mantenimiento (limitada).


  • Para su devolución se establecía un periodo de carencia, que proporcionaba al estudiante tiempo para finalizar los estudios y encontrar trabajo remunerado. En la primera convocatoria se establecía un criterio mediante el cual el estudiante empezaba a pagar una vez superáse los 22.000 euros brutos de ingresos anuales, pudiéndose establecer situaciones especiales cuando no lo hiciera.


  • El préstamo de la primera convocatoria no tenía intereses, cosa que no sucedió con el préstamo de la última. En general los préstamos se fueron endureciendo con cada convocatoria.

  • Los préstamos renta universidad ya no siguen en marcha, sino que se dejaron de convocar. Adicionalmente dado que los préstamos de la última convocatoria generan intereses y que eliminaban el requisito de los 22.000 euros anuales, con la actual tasa de desempleo muchos jóvenes se han encontrado atrapados en una situación difícil, existiendo una plataforma de afectados por los mismos.
    Al final en diciembre de 2013 se alteraron las condiciones, ampliando los periodos de carencia y los plazos de devolución medianteresolución de la Secretaría General de Universidades del 27 de diciembre de 2013 (BOE del 15 de enero de 2014).

    Otros modelos europeos

    Un modelo similar al modelo británico es el modelo sueco. Los préstamos suecos se conceden universalmente a todos los estudiantes y son independientes de la renta de los padres (en general algo común a los préstamos de estudios). Se conceden a adultos de hasta 54 años.
    En Suecia la educación superior es gratuita, pero el 85% de los estudiantes suecos acaban con deudas al finalizar sus estudios. Esto se debe a que los estudiantes suecos pueden pedir hasta 9.700 coronas mensuales (unos 1.000 euros) en nueve pagos (o diez si los prefieren cada cuatro semanas, que es lo más frecuente). Este dinero lo utilizan para financiar sus gastos mientras que estudian y para muchos estudiantes es necesario tomar estos préstamos porque la universidad en la que estudian está alejada de su país de origen.
    Francia también tiene un sistema de préstamos de estudios en el que los bancos conceden préstamos a estudiantes con garantía parcial del estado durante una serie de años. Dependiendo de la institución financiera, los préstamos de estudios franceses tienen unas condiciones u otras, pero en general todas comparten un periodo de carencia y un periodo de amortización. Para préstamos de cantidades muy pequeñas (por ejemplo 1.000 euros destinados a financiar los primeros gastos) pueden existir condiciones de interés cero.
    En Alemania existe un modelo mixto entre becas y préstamos, pero a diferencia de otros modelos discutidos, existen criterios de renta de padres o cónyuge y si se tienen hijos o no. Este modelo es un tanto complejo y puede hacer que por ejemplo un estudiante reciba préstamos y becas a la vez.

    Modelos norteamericanos

    Estados Unidos probablemente sea el país de los préstamos de estudios. Recientemente la deuda de préstamos de estudios alcanzó un valorsuperior al de al de la deuda de los préstamos de tarjetas de crédito. El nivel de las tasas de las universidades norteamericanas no ha parado de crecer, y ha sido financiado con créditos. A veces incluso se acaban amortizando despues de la jubilación.
    A la hora de hablar del modelo norteamericano no se puede hablar de un único modelo ya que nos encontramos con una combinación de préstamos federales, estatales e incluso de la propia universidad. En general los tres niveles proporcionan becas y préstamos. También existen, por supuesto, préstamos privados proporcionados por instituciones financieras, pero suelen tener peores condiciones.
    Para ayudar a los estudiantes, entendamos que empiezan a los 18-19 años con poca experiencia en estas lides, pueden solicitar su solicitudFAFSA (Federal Application for Federal Student Aid), esta tarda en resolverse unas dos semanas, cuatro si no es electrónica y en principio la idea es que proporcione una respuesta al estudiante sobre cómo financiar sus estudios universitarios utilizando todos los recursos a su alcance.
    El gobierno federal permite incluso la reunificación de los préstamos de estudios, algo que no es raro tampoco en el sector privado. Es relativamente fácil para los estudiantes endeudarse para pagar sus estudios, ya que existen múltiples programas de préstamos, por ejemplo es más fácil endeudarse para el estudiante si tiene un trabajo a tiempo parcial, ya que demuestra su capacidad de generar ingresos.
    Un caso especial es el del estado de Oregón, que concede préstamos de estudio por el valor de las tasas universitarias a cambio del 3% del sueldo de los egresados universitarios en los 24 años posteriores de su graduación. Se entiende que con los primeros 20 años se devuelve el capital y los cuatro posteriores son el pago de intereses. La idea es que los titulados paguen por su educación ya que son los que la han disfrutado, además pagando según el resultado (o rendimiento) que obtengan de la misma.
    Los préstamos de estudios en general son una opción muy utilizada en países de nuestro entorno más inmediato para financiar la educación superior, que en España, por diversos motivos, nunca se ha llegado a poner en práctica salvo por los mencionados préstamos renta para postgrados, que se pueden llegar a considerar casi “experimentales”. Hasta el momento se ha optado principalmente por un modelo de becas, pero que solo tenía impacto en aquellos estudiantes cuyos padres declaran menores niveles de renta o estudiantes independientes que declaran bajos ingresos.
    En general los préstamos de estudios permiten dos cosas, la primera es la devolución a la sociedad del esfuerzo que ha hecho al formarnos y la segunda el acceso a personas que no consiguen entrar en los umbrales de las becas pero que no disponen de recursos o de liquidez para asumir el préstamo.
    Por otro lado, los préstamos de estudios tienen el defecto de la carga que puede suponer a un graduado en un mal momento en el mercado de trabajo, cómo es el caso actual. También sucede que muchos estudiantes al comenzar una titulación profesional acaban sobreestimando sus ingresos tras la graduación por un lado, por tanto sobreestimando su capacidad de endeudarse. Este es el motivo por lo que la cantidad a la que se puede aspirar suele estar limitada por los programas.
    Si los préstamos de estudios no son la solución perfecta para financiar la educación superior, pero tampoco la peor solución, al menos para la mayor parte de la población que opta a ellos. Es posible que la mejor opción venga de tener varias alternativas para financiar los estudios y no sólo hipotecas, ayudas de familiares y ahorros.
    Por último los préstamos de estudios permiten reducir las restricciones de liquidez e invertir más en educación e innovación, así cómo atender a instituciones educativas mejores. Cuánto mayor sea la inversión en educación, mayor es la innovación y mejores los resultados educativos, cómo han demostrado muchos estudios o los resultados del informe PISA.

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